No he sido nunca de helados... no sé... no me llamaban la atención... ahora me encantan y tengo hasta heladera. La receta la voy a hacer sin ella. Salen igual de cremosos. La única ventaja es que no tienes que estar acordándote de sacar el helado cada dos por tres para romper el hielo y que no cristalice... Este de vainilla está delicioso y lo he cogido del blog "Con corazón de azúcar", pero he duplicado las cantidades... no hubiéramos tenido para todos...
INGREDIENTES:
- 400 ml de leche entera
- 400 ml de nata para montar
- 4 yemas
- 80 gr de azúcar
- 4 cucharadas de azúcar invertido
- 2 vainas de vainilla
- 2 cucharadas de esencia de vainilla
Si no se echa el azúcar invertido hay que aumentar el azúcar normal, y en vez de 80 gr habría que echar 120 gr; el problema es que el helado no va a quedar igual. El azúcar invertido ayuda a que el helado no cristalice y quede más cremoso. Total, no se tarda nada en hacerlo y tienes para un montón de tiempo... yo no lo guardo ni en la nevera...
- Con la punta de un cuchillo cortamos a lo largo las vainas de vainilla y sacamos las semillas del interior
- En una cacerola ponemos los 400 ml de leche, las semillas de vainilla, las vainas abiertas y raspadas, y los 80 gr de azúcar normal
- Lo ponemos a cocer y cuando empiece a hervir, lo apagamos y lo dejamos infusionar 10 minutos
- Mientras separamos las yemas de las claras. (Yo las claras las congelo en un molde de magdalenas y las uso para otras recetas, pero sobre todo, ya que están congeladas, las utilizo en los sorbetes de frutas... a ver si lo subo...)
- Batimos las yemas con la esencia
- Añadimos los 400 ml de nata y las 4 cucharadas de azúcar invertido y lo removemos bien
- Lo echamos en un táper y cuando esté templado lo metemos primero en la nevera
- Cuando esté frío, ponemos film transparente tocando el helado y lo metemos en el congelador
- Según la receta original, habría que sacarlo cada 40 minutos para romper los cristales, pero yo lo tuve que dejar más tiempo, porque a los 40 minutos estaba líquido totalmente. Aquí se ve que ya ha empezado a cristalizar. Con unas varillas o un tenedor, lo removemos bien y lo volvemos a meter en el congelador
- Y así, varias veces...
- Esto es lo que te evitas con la heladera, que no es poco... pero se puede hacer perfectamente sin ella y al final queda un helado, cremoso y riquísimo...
Hay que sacarlo del congelador 10 minutillos antes, para que nos cueste menos hacer las bolas. El resultado es un helado cremoso y riquísimo!!!!
- Y si lo acompañamos de un brownie templado y una salsa de chocolate caliente, ya ni te cuento...
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