Hablar de conejo, me hace acordarme de mi queridísima amiga Feli y de su madre, Ita. Cuando íbamos a su pueblo, siempre nos tenía preparado su guiso de conejo, que a mi hermana y a mí, no nos gustaba, y cada vez que íbamos nos obsequiaba, con todo su cariño, con su especialidad... jajaja... hace poco que salió la conversación y, mi amiga Feli, no se lo podía creer... "¿que no os gustaba el conejo? Pues lo podíais haber dicho..." Ahora me encantaría volver a comer el guiso de conejo de Ita... me autoinvito...
- 6 Muslos de conejo (o conejo troceado)
- 4 ajos
- 1 ó 2 hojas de laurel
- Pimienta negra en grano y molida
- Sal
- Misma cantidad de vinagre y aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
- Se salpimientan los muslos o el conejo troceado.
- Se machacan los ajos ligeramente con la piel.
- Se echa el conejo en una cazuela con laurel, pimienta negra sin moler, los ajos machacados y la misma cantidad de aceite que de vinagre. Yo he echado casi un vaso de cada uno (no hace falta que lo cubra entero).
- Cuando empiece a hervir, se baja el fuego y se deja cocer tapado, de 45 a 60 minutos.
- Hay que darlo la vuelta, de vez en cuando.
- Cuando ya está tierno, se destapa para que evapore el vinagre totalmente y se dore un poquito el conejo en el aceite.
- Se puede comer caliente o frío.
- Si escurrís el aceite, es un plato con muy pocas calorías y muy sano... pero es una pena... ;)
Esta receta es muy socorrida, la puedes dejar hecha con bastante tiempo, ideal para llevar al campo, al trabajo en un taper o para las cenas calurosas de verano... es lo que tiene el escabeche...
Desmenuzado y con una ensalada de escarola, está muy bueno, pero cambiad el vinagre por uno de Módena... exquisito.
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